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Cribado poblacional del cáncer de próstata con el PSA



En el año 2012 la U.S. Preventive Services Task Force publicó la recomendación en contra del cribado de cáncer de próstata con el PSA en base a las evidencias disponibles.

Una de las principales era la que aportaba el estudio European Randomised Study of Screening for Prostate Cancer (ERSPC) a los 9 años de seguimiento. El ERSCP es un estudio de cribado, multicéntrico y aleatorizado, con el objetivo principal de comparar la mortalidad por cáncer de próstata entre el grupo de intervención (cribado) y el grupo de control (no cribado). Incluye a hombres de 50-74 años. El test de cribado fue el PSA, con un punto de corte mayor o igual a 3 ng/mL, a partir del cual se indicaba la biopsia prostática. La variable principal del estudio fue la mortalidad por cáncer de próstata. En el grupo principal de hombres entre 55-69 años, 162.388 fueron asignados aleatoriamente.

El estudio de Schröder FH y colaboradores, analiza los datos truncados a los 13 años de seguimiento del ERSCP (Figura 1). Se diagnosticaron 7.408 cáncer de próstata en el grupo de intervención (cribado) y 6.107 (no-cribado) en el grupo de control. La reducción relativa del riesgo de muerte por cáncer de próstata a los 13 años de seguimiento fue del 21% (Figura 2). La reducción absoluta del riesgo de muerte por cáncer de próstata en el grupo de intervención comparada con la del grupo de control fue de 1,28 muertes por cáncer de próstata por cada 1.000 hombres, que dan lugar a un NNI (número necesario para invitar) de 781 (95% IC 490-1.929) y un NND (número necesario para detectar) de 27 (17-66). Ambos disminuyeron de forma substancial respecto a los datos de seguimiento a los 9 años (NNI 1.410, NND 48) y a los 11 años (NNI 979, NND 35). La mortalidad total no difirió entre los dos grupos del estudio. El análisis de la mortalidad por cáncer de próstata del grupo etario principal por centros individuales, mostró RRs significativas entre los grupos de intervención y control solo para Suecia y Holanda.

Figura 1
Figura 2

A pesar de estos hallazgos, el incierto balance entre beneficios y daños desaconsejan el cribado poblacional del cáncer de próstata con el PSA. Los riesgos asociados a la detección precoz (hemorragias, infecciones graves, retención de orina y dolor, relacionados con la biopsia prostática) y al tratamiento (disfunción eréctil, incontinencia urinaria y muerte perioperatoria) son importantes. Más, teniendo en cuenta que muchos varones diagnosticados a través del cribado nunca hubieran desarrollado síntomas o complicaciones relacionadas con el cáncer de próstata, este sobrediagnóstico se estima en el estudio en aproximadamente el 40% de los casos detectados por cribado, lo que produce un elevado riesgo de sobretratamiento con los inevitables efectos adversos.